No te imaginas la ilusión que me hace verte aquí. Ilusión y cierto respeto.
Que estés leyendo mis palabras es un regalo que voy a valorar en cada mail y que voy a utilizar de manera responsable, la Newsletter serán cartas puntuales con las que compartir reflexiones, inspiración detrás de cada Colección y la historia de la marca.
Gracias por unirte a este grupo de Mujeres YRI.
Soy Raquel, la persona detrás de esta aventura que nació en mitad de una meditación, rodeada de mujeres, hace ya más de dos años.
Emprender implica planificar, proyectarse en el futuro y marcarse objetivos. Algo que no se me da mal, me motiva y me da paz mental.
Pero el problema viene cuando la mente se desconecta del presente, sentimos que los hitos son muchos, demasiado complejos y perdemos la confianza en nosotras mismas.
Hace unos meses, abrumada por la cantidad de cosas que tenía que hacer en el futuro...me bloqueé.
Pero la vida, sabiamente, te da lecciones. Una lesión me obligó a parar y me enseñó que podemos reducir esa lista de cosas por hacer, centrarnos en lo imprescindible y no intentar llenar el resto del tiempo.
Vivir y trabajar más lento, sin sentir culpa por no llegar a todo.
Siento que la vida se ha convertido en un constante scroll, nos llega nueva información y publicidad en cada pestañeo, desde que empieza el día nuestra mente se pone en modo malabarista para intentar hacer muchas cosas a la vez y sacarle más minutos al tiempo. Es agotador.
He empezado a transformar mi autoexigencia cambiando la Productividad Tóxica, que se ha normalizado en la actualidad, por una Productividad Lenta.
Tratando de vivir en el ahora y ocupándome de las obligaciones del presente.
Se nos ha vendido la idea de que podemos y debemos llegar a todo. Pero la verdad es que intentar hacerlo todo a la vez, solas, nos lleva al agotamiento.
Nos exigimos demasiado, nos ponemos listas interminables de tareas y, cuando no llegamos, sentimos que hemos fallado.
Así que ahora creo en algo más : en hacer una cosa a la vez. En pedir ayuda. En confiar en nuestro propio ritmo. En una productividad más pausada, sin culpa.
Sin olvidar la importancia de buscar referentes, de apoyarnos y desahogarnos unas con otras, porque aunque a veces nos sintamos así, no estamos solas.
El nombre YRI surgió de la palabra Cariátide.
[Griego antiguo: καρυᾶτις, romanizado: karyātis]
Las mujeres esculpidas que sostienen antiguos templos.
Porque las mujeres son los pilares de la familia y la comunidad,
son fuertes, se acompañan,
se sostienen unas a otras en los momentos difíciles
y se alzan juntas en los buenos.
De esto se trata YRI CONCEPT.
Una forma de celebrar nuestro cuerpo, nuestra esencia y todo lo que nos hace únicas.
Gracias por estar aquí.
Con cariño,
YRI
